viernes, 10 de junio de 2011

SU PRIMERA VEZ ANAL DE MARIA CON UN CASADO

MI PRIMERA VEZ ANAL CON UN CASADO.
Tengo 18 años cuando a mi madre la subieron de puesto en su trabajo y me dejo sola en la casa y en  la escuela por unos días
Entre un día al colegio en la cafetería ahí fue donde conocí a Ricardo al que me entregue siendo señorita.
Desde un principio supe que era casado pero despertó en mí una pasión que ni yo misma puedo explicar realmente que me hizo entregarme a él.
Mi nombre es maría desde niña me gusto patinar sé que no soy fea y actualmente tengo 19 años de cierta manera estaba acostumbrada a sentir las miradas masculinas y a ver en los hombres el deseo cuando salía a la calle.
Sabía que la gran mayoría de los hombres me miraban el trasero.
Y más de uno intento emborracharme para poder aprovecharse de mí pero nunca accedí.
Ricardo tenía 40 años no fue ese príncipe azul con el que había soñado para darle mi virginidad. Ni fue lo más tierno cuando me hizo mujer sin embargo me entregue a él, me lastimo y me dolió cuando me rompió mi virgo por primera vez pero lo que creo que nunca voy a olvidar fue cuando me hizo el sexo anal.
Me decía que mis nalgas lo volvían loco, que tenía una obsesión por mi culo por olerlo por chuparlo.
Ricardo no es un hombre guapo pero tenía un sentido del humor que me hacía reír a cada rato y una seguridad en sus palabras, en el fondo tenía miedo de sentirme atraída por él durante 2 meses estuvimos conviviendo diariamente
-- poco a poco comencé a sentirme con mayor confianza y termine platicando de sexo. – le confesé que era virgen.
-un día me beso, quise oponerme, no lo logre pues en el fondo lo deseaba, sentir sus labios me hizo estremecerme. Sabía que estaba jugando con fuego – que él era un hombre casado y que no se conformaría solo con besos.
--Comenzó a pedirme que estuviéramos a solas – comencé a permitirle que me tocara las piernas y mis senos hasta que un día no logre detenerme y permití que sus manos acariciaran mi entrepierna me sentí mojada – excitada cuando sus dedos acariciaron la entrada de mi intimidad.
Sin más preámbulo me dijo – quiero cogerte – quiero que seas mía – quiero romperte ser el primer hombre en tu vida.--me asuste - mi corazón latía a mil por hora - comenzó a besarme por todo mi cuello – a morder mis oídos – sus manos acariciaron mis pechos – mientras yo le decía – no lo hagas por favor, detente, no me hagas esto soy señorita. Y tú eres casado.
-- lo escuche decir – pero si estás bien mojadita, siente mis dedos como te acarician – estas bien rica – sentí su dedo acariciar mi sexo por encima de mis pantaletas, Comenzó acariciar mi sexo – no pude contenerme comencé a gemir al sentir su dedo rozar los labios de mi sexo. Y me perdí lo deje hacerme todo lo que quiso me subió a su auto y me llevo a un hotel.
La vulgaridad de sus palabras me molestaban cuando me decía te voy a romper el culo – te voy a romper la panocha te la voy a llenar de leche vas a sufrir al principio pero lo vas a gozar – esta noche te vas a convertir en mi mujer en una mujer de verdad.
Cuando me abrió las piernas al máximo – me agarre de su cabeza de sus cabellos para no caer de la cama
– Su lengua recorrió todo mi sexo de arriba abajo – me coloco boca abajo – con sus manos separo mis nalgas y me dio lengua en el culo en ese lugar que jamás imagine – que fuera tan sensible – comencé a mover mis caderas con fuerza cada vez que su lengua me mamaba era una sensación única.
Esa noche le entregue mi virginidad vaginal.
Fue la primera vez que probé el semen de un hombre, mi novio una vez me pidió sexo oral pero le dije que me daba asco y cuando salí del hotel de paso en donde me llevo venia con mis senos hinchados llenos de chupetones – mi vagina y mi boca llenos de semen.
Al otro día no lo quería ver a los ojos por vergüenza y me enviaba mensajes a mi celular, me molestaba que fuera tan vulgar – cuando me mandaba sus mensajes y me decía –tengo que romper tu culo te deseo y tú sientes lo mismo.
Tenía miedo me desconocía a mí misma, nunca supe cómo me di valor yo misma acepte tener sexo anal... –había permitido tener relaciones con un hombre que hacía un año ni siquiera conocía. Pero del cual me sentía a traída – era diferente a mi novio en todo en su trato en su forma de ser – cuando me hizo suya por primera vez comprendí que sería difícil poder dejarlo.
Cuando me pidió tener sexo anal le decía -
¡Ay que cochino eres eso no se le hace a una mujer!
¡Estás loco como crees es antinatural hacerlo por ahí –antihigiénico –además a de doler bastante! Y acepto que a pesar que fue una experiencia dolorosa, que me hizo llorar, gritar y suplicar fui yo misma quien termine pidiéndole que me sodomizara.
Sabía que era un hombre casado, que tal vez solo era un trofeo más.
Me contó parte de su vida, supe que había estado en el ejército y que a falta de mujeres – Tener sexo anal –era una práctica común entre los propios soldados.
Me pidió que me dejara tomar algunas fotografías y acepte.
Me invito a un convivio y acepte ir con él me vestí con un vestido blanco que me quedaba muy entallado que resaltaba mis piernas y mis nalgas. Fue ahí cuando fui estrenada en el sexo anal - al llegar no me gusto del todo porque había compañeros del hotel y no quería que se dieran cuenta que andaba con Ricardo pero no dije nada. Había aceptado sus condiciones sabiendo que era casado.
 Me senté en sus piernas estaba dispuesta a dejar que me rompiera del culo como él me decía vulgarmente. Me tome unas cervezas – para darme valor, Sentí sus manos en mis nalgas -me sentía excitada pero igual me sentía cohibida por las demás personas. Me di valor, me tome una copa de vino de un solo trago y decidí romper la barrera de lo prohibido.
Perdí la moral no me importo en lo más mínimo que las demás personas me miraran, me olvide de todos mis miedos - mi mente era un caos de sensaciones sabia que me iba a doler pero lo quería intentar – lo bese con fuerza y le pedí que nos fuéramos a otro lugar, yo misma me desconocía de mis actos – el vino y las cervezas que había ingerido no me dejaban pensar con claridad.
Cuando escuche sus palabras al decirme aquí hay recamaras, no tenemos que irnos a otro lado.
"por favor aquí no todos nos van a ver llévame a otro lugar"
Se aparto de mi y lo escuche preguntar si alguien tenía vaselina o aceite menen, en ese momento sentí todas las miradas estuve a punto de arrepentirme y salir corriendo, me puse roja de vergüenza, el me tomo de la cintura y me abrazo, así abrazados nos fuimos a la recamara me sentía entre excitada y sonámbula pero Camine decida a darle mi virginidad anal sintiendo las miradas detrás de mí.
Me sentí mal al principio por el qué dirán pero me olvide de todo hasta que tal vez me criticaban.
Me fue desnudando hasta dejarme en ropa intima. Mi respiración delataba mi grado de excitación tenia mojado mi sexo por la transparencia de mis pantaletas -
Sentir su lengua hurgar en mi sexo me puso como loca comencé a gritar a mover mi pelvis. - tome su pene con mis manos y abrí mi boca aprisionando su tronco con mis labios y comencé a mamarlo sin poder metérmelo todo en la boca
Me acosté sobre la cama desnuda dispuesta a ser suya.
Me abrí de piernas dejando ver todo el nacimiento de mi sexo completamente mojado. Y con un gesto insinuante le di a entender que estaba lista para recibirlo
Tomo uno de sus dedos y lo metió en mi boca – ensalívalo me dijo y después – sentí su dedo hurgar en mi intimidad anal.
Me coloque boca abajo sobre el colchón en cuatro patas como una vulgar mujerzuela y levante lo mas que pude mis caderas ofreciendo impúdicamente mi hueco prohibido decida al sexo anal.
Me tomo de la cintura y comenzó a acariciarme las nalgas a separarlas buscando mi pequeño orificio.
Sentí sus manos separar mis nalgas y dejo mi ano ante su lengua me lo chupo una y otra vez, sin ningún tipo de asco, tenía miedo de soltar un gas o tener mal olor pero solo sentía el placer de su lengua hurgar en mi cola. Y sus dedos en mi vagina.
Tomo la vaselina se unto en uno de sus dedos y comenzó a meterlos suavemente buscando no lastimarme.
- relájate me decía – afloja el cuerpo – tengo que dilatarte no quiero lastimarte y tú me tienes q ayudar.
Coloco nuevamente su cara en mi sexo y comenzó a chupar fue como si recibiera una descarga eléctrica, comencé a moverme a gritar, que por la fuerza como me agite saque el dedo que me tenia clavado en mi culo.
Comenzó a meterlo nuevamente a moverlo de una lado a otro sintiendo lo estrecho y caliente de mi recto.
Ya no sigas por favor detente ya no puedo mas - Házmelo o me voy arrepentir de haber venido – tomo la vaselina y se embarro su miembro por completo.
- lo intento en dos ocasiones sin lograr vencer la resistencia de mi agujero lo regrese a ver y le mire el pene hinchado, grueso que me pareció imposible que lograra entrar sin lastimarme. Me levante, tome su camisa y la mordí lo regrese a ver y me acosté boca abajo impúdicamente en cuatro patas.
"hazlo le dije no te detengas solo hazlo, si grito, lloro no te detengas solo tómame o me voy a arrepentir"
Te puedo lastimar - lo escuche decirme – no importa le dije solo házmelo o me voy arrepentir de A ver venido le repetí nuevamente.
Espere aguantando mis temores – estaba a la expectativa – sentirlo en mi portón anal empujando con fuerza me causo escalofríos – cerré mis ojos y espere el ataque decisivo.
Separo mis nalgas con sus manos - y comenzó a presionar - para que mentirles – fue un dolor atroz – enorme se me nublo la vista – grite – llore – implore – suplique
Cuando la cabeza de su verga logro entrar en mi culo – grite quise zafarme – pero me tenía bien agarrada de la cintura.
Grite y mordí la camisa con rabia, me mordí los labios y se me rompió una uña por el esfuerzo de sujetar la sabana con fuerza al sentir como me iba penetrando –me arrepentí de mi arrebato, comencé a decirle ya salte – termina me estas lastimando – por favor salte – siento que me partes – tenía las manos frías – la boca reseca.
-- le decía --"Basta, basta, me duele - no aguanto más, no empujes mas por Dios, basta sácala te lo ruego.".
Solo me decía -- "No ahora jamás, está entrando toda. Aguanta, aguanta que falte poco y llego al fondo. Aflójate que tengo que hacer mucha fuerza porque estás empujando para afuera y te va a doler mas."
--me penetro por completo - y se quedo inmóvil dentro de mi recto.
Escuche sus palabras tranquila – pronto vas a gozar – se que duele pero ya está pasando.
--Sentí como mi culo se abría, se puso de pie y apoyo sus dos pies sobre el piso empujo – no que haces duele no – ay sácala me matas no ay.
Y me ensarto su verga. Por completo. Apreté las manos y grite al sentirme completamente rota del culo.
Al final coopere levante mis caderas en busca de su verga, me estuvo cogiendo sin parar – como loco – poseído – con fuerza me proyectaba sobre la cama cada vez que me ensartaba – sentí ganas de ir al baño – de hacer del baño, tuve vergüenza pena de que le ensuciara su verga –pero no aguante mas – es una sensación enorme de ir al baño- él se sentía feliz y lo reflejaba en su rostro.
Con sus manos doblo mas mi caderas permitiendo que su verga profundizara aun mas en mi recto – era una cogida salvaje animal en donde yo lo único que tenía que hacer era soportar sus arremetidas, que golpeaban con fuerza mis nalgas.
– me costaba aceptar que su verga se pudiera enterrar en toda su extensión en mi agujero trasero – pero la realidad era que estaba enterrado hasta lo más hondo de mis intestinos.
Sentí las contracciones de su verga y el comenzó a empujar en mi culo - y fue cuando sentí como bañaba con su semen mis entrañas.
---Cuando se vació en mi culo – solo entonces me la saco. Se dejo caer pesadamente sobre la cama respirando con dificultad por el esfuerzo.
Me sentía desfallecida – Me quede acostada sin moverme, por unos minutos, y me puse de pie me temblaban las piernas.
Fui al baño, comencé a llorar me dolía me ardía como nunca.
Me levante con dificultad y cuando estaba a punto de limpiarme el entro al baño no me dejo que me limpiara con el papel – salte le decía estoy sucia me quiero lavar, me llevo a la cama nuevamente y con su lengua comenzó a limpiarme, no que haces estoy sucia me dejaste llena de semen, no le importo sentí su lengua y sus labios chupar y mamar hasta dejarme limpia sin tener asco.
A pesar que le pedí que ya no me lo hiciera no logre evitarlo y me lo izo nuevamente
Me volvió a penetrar anal por segunda vez en mi vida – cuantas veces me lo hizo perdí la cuenta termine con la cola llena semen.
--cuando todo termino me puse de pie entre los muslos de mis piernas apenas podía caminar – me trajo papel y jabón para que me limpiara – cuando salimos sentí las miradas de morbo y escuche los comentarios, las risas.
"Te inauguraron nenita" – "te toco romper" – "hasta que te conocí una con zapatos" -"Te rompieron princesa"
Quise caminar rápido salir corriendo pero mis piernas no me respondían
Salí llorando con el vestido manchado sin pantaletas.
Llegue a mi casa a las 4.30 de la mañana apenas y podía caminar.
Le pedí que parara en una farmacia compre una crema por que el culo me dolía horrible.
Al otro día no fui a trabajar me dolían mis piernas, la cadera, a mi madre le dije que llamara al trabajo y me reportara enferma tenia pena de salir.
Una vez que la calentura sexual termina entra la cruda moral.
Tenía vergüenza de verlo de ir al trabajo, por pena de que me vieran, fue él quien me busco. Me envió un mensaje y paso a los 2 días por mí a la casa. Nuevamente me hizo suya, esta vez no me reprimí grite y llore que estoy segura que mis gritos se escucharon en el hotel.
Cuando terminamos me dolía mucho, habíamos rodado por toda la cama en un intento por escapar de la penetración. Por evitar que me cogiera de la cola sin conseguirlo.
Tarde una semana sin poder sentarme correctamente.
Sentía una necesidad de tener un consejo y le confesé la verdad a una compañera del el colegio y una señora de 50 años y aun tengo grabadas sus palabras.
"muy pocas mujeres aceptan el sexo anal" te aseguro que esa experiencia te será muy difícil de olvidar. Solo cuídate – procura no quedar embarazada. Ya no eres una niña y tarde o temprano tenias que descubrir el placer carnal.
Y procura no enamorarte – solo disfruta el momento como es solo sexo el no es de tu mundo. Ni es para ti él pertenece a otra cultura y además es casado.
Seguí con mi vida – tengo amigos, amigas –novio pero ese es mi secreto.
Es difícil decir que no lo extraño, sé que me falta vivir pero a mis 19 años me hizo conocer el sexo sin límites. Fue el hombre que me despertó al sexo sin tabúes, brutalmente.

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